SI QUIERO (II): COMPLEMENTOS

Con la vorágine de los preparativos de la navidad, y la vorágine también en otros aspectos, los post bodiles se quedaron un poco atrás...

Hoy los retomo para iros contando algunos detalles que ya os había adelantado aquí.

El peinado, se debía a un factor clave: estos pendientes tenían que lucirse. Con un valor sentimental muy especial, ya que son una joya que pertenecían a una de las abuelas de mi ya marido, quien falleció justo dos meses antes de la boda y que tanta ilusión tenía en vernos ese día..., así que ese día para mí fue todo un orgullo poder lucir estos maravillosos pendientes.

Quien vino a nuestra boda la llamaba "la boda azul". Algo que se manifestó en todos los detalles. Desde las invitaciones combinaban el azul y el plata, a todos los detalles, llevaban esta tonalidad. Y los detalles de nuestros atuendos, no iban a ser menos como su corbata o gemelos...

O incluso mis zapatos. Yo tenía muy claro que no quería los típicos zapatos de novia, y blancos, tampoco. No tengo nada en contra de ellos, pero a mí no me convencen desde nuca y me apetecía que fueran de otro color...

Además, mi vestido al ser voluminoso, no iba a hacer que se vieran todo el rato, a no ser que me remangase como en esta foto..., y es por ello que lo tuve muy claro desde el principio.

(Los encontré en Menbur después de haber ojeado todas las zapaterías posibles del planeta, buscando el tono de azul que yo quería, concretamente, azul klein).

Y por supuesto las flores de mi ramo y su prendido, en tonos azules. Aquí con el ramo, me pasaba lo mismo que con los zapatos. Quería dar un toque de color y cambiar el blanco de siempre por algo un poco diferente y sobre todo por un color, que es tan nuestro...

El ramo lo anudamos con unas tiras de raso que hizo mi madre, de la misma tela que los trajecitos de los niños de arras, que también por supuesto, iban de azul...

En cuanto a nuestras alianzas me apetecía enseñároslas también y contaros cómo nos decidimos por ellas.

A mí siempre me ha gustado la clásica alianza de toda la vida, de oro amarillo y a poder ser, finita, ya que veo algunas con demasiado grosor que no me gustaban nada de nada. Además, mis manos son pequeñitas, por lo que ya sabía que la alianza debía de ser estrecha.

El problema surgía cuando a él, el oro amarillo le da repelús y prefería la alianza en oro blanco. Y a quien le daba repelús en oro blanco toda, era a mí (para la alianza de boda, de pedida es diferente!)

Así, al tratarse de algo que se va a llevar a diario, decidimos que la alianza fuera mitad en oro blanco y mitad en oro amarillo, así estábamos contentos los dos. Y la mía, además, tenía un diamantito en el centro... Es muy fina puesta, original y diferente.
Es en mate, pero con el tiempo, se irá desgastando y acabará siendo brillante...
Sobre el cojín en el que iban las alianzas yo tenía una premisa clara: SENCILLEZ. Odio los cojines pomposos, con colorines, bordados varios..., y eso fue lo que les dije en la tienda en la que compré el vestido, donde me lo hicieron. El resultado me gustó mucho, con la organza de mi mismo vestido, emularon las tablas/volantes que el mismo llevaba...

En cuanto al pelo: para adornar el velo elegí esta estupenda peineta de Suma and Damsel. Me pasé mucho tiempo buscando y las que veía las veía demasiado brillantes.

Esta me pareció una preciosidad!

Pero tenía claro que quería ponerme un tocado. Y así lo hice.

Eso fue otro cantar, porque tardé muchísimo tiempo en dar con el mío: busqué en internet desesperadamente, visité varias tiendas, incluso lo llegué a diseñar para que mi madre me lo hiciera. Pero como pasa muchas veces, el perfecto estaba delante de mí. Y en una de las pruebas del vestido, les dije que me enseñaran qué tocados tenían y lo vi..., y haciendo alguna modificación, lo encontré!

Así me solté la melena para dejármela como yo la llevo habitualmente...

Y al cambiar el tocado, también cambié de pendientes. Además de que con el tocado iban a quedar muy recargados, me quedé más tranquila quitándomelos y que estuvieran a buen recaudo una vez ya que la fiesta se empezaba a animar... Y además, son un bonito regalo...

Espero que os haya gustado esta nueva entrega!

En la siguiente os enseñaré algo que llamó la atención y con lo que yo estuve más que cómoda! Un abrazo!