Seguro que a pesar de tener el armario a rebosar, habéis repetido más de una vez la famosa frase “no tengo nada que ponerme”. Tranquilas, pasa hasta en las mejores familias, y seguro que sabréis que no es que no tengáis nada que poneros, es que tenéis demasiado y por eso quizá no visualizáis bien qué es lo que realmente os es útil y lo que no.
Por eso es conveniente realizar limpiezas periódicas de nuestros armarios y cajones.
Además de hacer el cambio de temporada en nuestra ropa, hay que realmente ser prácticos y pensar en deshacernos de ciertas prendas que ocupan espacio y que realmente ya no nos ponemos.
Seguro que te cuesta deshacerte de ellas, pero piensa cuándo fue la última vez que las usaste. Si fue hace más de un año tenlo claro: no la volverás a utilizar.
Aquí te doy otras razones para que te atrevas a liberar espacio:
• Prendas que ya no nos sirven: bien porque hemos aumentado o disminuido de talla. Si llevas queriendo adelgazar para entrar en esos vaqueros de hace diez años pero va pasando el tiempo y no lo consigues: deshazte de ellos, guardarlos sólo te provocará más presión y malestar. Lo mismo si debes engordar para que un vestido te quede “que ni pintado”. A veces nos obcecamos en que nuestro cuerpo tiene que cambiar para acoplarse a ciertas prendas, pero os aseguro que es más sencillo aceptarnos tal y como somos y servirnos con las que ya tenemos.
• Prendas que guardas esperando a que se vuelvan a llevar. Algunas volverán, otras es tontería quer las sigas guardando porque si vuelven, lo harán con aires renovados.
• Prendas que ya están demodé y que sabes que jamás te las volverás a poner pero las sigues guardando.
Yo me atrevería solamente a guardar esa prenda especial con la que has vivido un momento inolvidable. El otro día haciendo limpieza de armario, encontré un vestido que hacía mucho que no me ponía, pero que sin duda guardé porque me traía recuerdos especiales. Eso sí, piensa en las prendas que realmente tienen un recuerdo o un valor sentimental, porque si todas evocan un recuerdo… tu armario no se limpiará jamás… ;)
Con esas prendas que hayas sacado del armario tienes infinitas opciones: regalarlas a tu hermana, prima o vecina, juntarte un día con tus amigas y hacer un intercambio de prendas, llevarlas a Cáritas o a otras asociaciones que ayuden al prójimo o bien llevarlas a tiendas de intercambio para llevarte otra prenda o producto a cambio al que realmente vayas a dar uso.
Como veis, las posibilidades son infinitas, así que sólo tenéis que armaros de valentía para empezar a deshaceros de esas prendas superfluas que ya no necesitáis.
Este es el consejo de la semana de la iniciativa en la que estoy participando junto con otros bloggeros, Cambia con Sigre, en la que cada uno en su área estamos intentando favorecer acciones que promuevan un mundo mejor.
Espero que os hayan gustado estos consejos, y recordad que estas y otras iniciativas están recogidas y las podéis consultar en www.cambiaconsigre.es.
¡Hasta mañana!
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