HAPPY BDAY TO ME!

Sí, hoy es mi cumpleaños. Reconozco que nunca me ha gustado mucho este día. Siempre me acabo acostumbrando y cogiendo cariño a los años que dejo atrás y me cuesta mucho cambiar el chip. Sin embargo no sé si ha sido la entrada en la treintena, esa que tanto temía el año pasado, pero hoy sé que no me equivocaré al decir que ya tengo 31. Además el hecho de cumplirlos al final del año significa que tienes varios meses para asimiliar que van a llegar, mientras el resto de tus amigas los van cumpliendo, por lo que reconozco que es menos duro que si los cumpliera en enero.

Uno siempre intenta hacer balance este día, de lo acontecido en el año que se deja atrás. Es como si se reseteara el disco duro y se cambiara el chip, como si se comenzara un nuevo año. Sin embargo sigo pidiéndole a la vida lo mismo que pedía hace 12 meses: seguir con la gente que quiero, salud para los míos y sobre todo felicidad. 

Felicidad haciendo lo que hago y disfrutando con mi día a día, felicidad de poder saborear esos pequeños ratitos con mis seres queridos que no se pagan con dinero y felicidad por ver cómo alguien al que quiero mucho, va saliendo poquito a poquito de una enfermedad que ojalá algún día desapareciera. 

No pido mucho más, sólo soplar las velas en  buena compañía, con un postre lleno de chocolate y por supuesto, sonriendo. No está la situación para exigir, pero creo que tampoco es necesario. Me considero afortunada por haber podido llevar a cabo un sueño y emprender realizando algo que me apasiona, por levantarme cada día sonriendo para empezar a trabajar y acostarme cansada sabiendo que al día siguiente tengo más cosas por hacer. Por eso no puedo pedirle nada más a esta maravillosa vida. Seguir cumpliéndolos con mucha salud, con mis amigos de verdad, mi familia y por supuesto, mi gran apoyo, mi marido.

Claro que también hay momentos malos, negativos y más duros, 365 días dan para mucho, sin embargo me quedo sabiendo que muchos de ellos me han dado una lección y me he levantado más erguida si cabe y con más fuerza. Creo que lo bueno de ir cumpliendo años es que aprendes a relativizar las cosas y dar valor a lo realmente importante, a diferenciar lo que de verdad es relevante de lo que no, y eso es algo muy positivo en todos los sentidos. Aprender a no ahogarte en un vaso de agua por una tontería y asimilar un problema con entereza, así como también saborear algo cotidiano que antes pasaba casi desapercibido, como las rutinas diarias en compañía.

La foto que he elegido para este post es una de mis preferidas, es en una de mis plazas favoritas de París, la Place de Funsterberg. Es una plaza pequeñita, que pasa casi desapercibida pero que me trae muy buenos recuerdos cada vez que la veo. (Podéis ver más fotos aquí sobre el post que hice)He estado muchas veces pero volvería mañana mismo, hay lugares que simplemente nos hacer esbozar una sonrisa y más, si estamos en buena compañía.

Gracias a todos los que habéis hecho que cada día de mis 30 fuera especial, porque seguro que en los 31 también lo hacéis.

¡Y gracias también a vosotros por estar ahí este año conmigo, así que hoy voy a celebrarlo como merece!

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