¡Sábado por fin! ¡Cómo me gustan los fines de semana! Básicamente porque el despertador no marca una hora temprana de levantarse, aunque inevitablemente, siga sonando.
Con el paso del tiempo, he descubierto cómo uno de los placeres de la vida, es dormir. No soy la típica persona que echa la siesta ni se va durmiendo por las esquinas, básicamente, creo que he aprendido a respetar el descanso que todos necesitamos.
Recuerdo cómo hace unos años cuando era más jovencita, dormía poquísimo. El cuerpo no me pedía dormir más y con unas 5 o 6 horas era suficiente para mí y para afrontar el día... ¡no sé cómo lo hacía, la verdad! Además pensaba que así iba a perderme menos cosas de la vida, jejeje.
Más tarde, cuando ya no era tan cría, seguía durmiendo poco pero por una cuestión de intentar llegar a todo y terminar todo. Había días de 4h, otros de 5h y alguno de 6h. Los días de 7h eran para hacer una fiesta.... De esto os estoy hablando de hace ya unos años, hoy en día las cosas han cambiado. Tengo que confesar que los días se me hacían duros e iba arrastrando un cansancio constante.
Casi podríamos decir que ha sido como un propósito u objetivo, pero desde hace ya bastante tiempo, me planteé que tenía que dormir más. ¿Por qué? Si descansaba bien iba a poder rendir durante el día a la perfección sin tener que robar horas de sueño e iba a estar más organizada en todos los sentidos, y os prometo, que funcionó.
Atrás quedaron las noches trabajando hasta las 2 de la mañana o esas en las que se me hacían las mil, ahora prefiero estar a las 12h ya metida en la cama y madrugar. Dormir 7h y 8h es todo un placer y me pone las pilas para afrontar el día con buen humor y una sonrisa enorme.
Claro que a veces hay noches en las que por diferentes razones me voy a la cama más tarde o por el contrario, tengo que madrugar más, sobre todo cuando viajo, pero respetar el descanso diario, ya es una obligación para mí...
¿Beneficios? Aparte de todos los que podéis leer en las revistas de salud y webs especializadas, os cuento los míos: mejor humor, mejor rendimiento a lo largo del día, más energía y por supuesto, una mejora en la piel. Yo la noto mucho más descansada y mucho mejor que cuando dormía menos horas. Eso sí, si me paso alguna hora más, aparezco con bolsas de tanto dormir.
Sin embargo, para mí lo fundamental es el tema del rendimiento, las fuerzas no flaquean y el estado de ánimo, se nota mucho :)
El resto del día voy como una "moto" y no paro, pero no me importa porque estoy feliz y descansada...
Eso sí, llega la noche y vuelvo a estar ko...
Supongo que son cosas de la madurez, cuando te empiezas a tomar el descanso como una obligación, pero luego descubres que es tan necesaria que no puedes prescindir de ella... ¿a vosotros también os pasa?
Pijama y antifaz: Vicky Bargalló
¡Feliz sábado y aprovechad a descansar quienes entre semana no podáis!