Lo mejor de las vacaciones es recordar momentos, situaciones y anécdotas varias. La nostalgia de esos buenos momentos es más que normal, y es que estos parones nos recargan pilas y nos llenan de energía.
Tengo la suerte de decir que este verano ha sido muy especial, en muchos sentidos. Ya no sólo por los lugares que hemos visitado, que también, sino también por la gran cantidad de momentos que se me quedan grabados de cara al nuevo curso.
Sería imposible quedarme sólo con un momento, sin embargo nuestra escapada al Pirineo Aragonés se ha convertido, un año más, en un momento especial. Muchos factores unidos: amigos, risas, buena compañía y un marco incomparable. Es curioso pero muchas veces el paraíso, está a sólo dos pasos y en él no hay playas paradisiacas, pero sí paisajes de ensueño que invitan a desconectar y a reconciliarse con uno mismo y respirar la paz que la naturaleza brinda.
Espero que os guste mi look de “vuelta a la normalidad”. Sí, quizá un poco abrigadito por el maxi poncho de punto (que me encanta y que queda genial con vaqueros), pero ya sabéis que las tardes-noches en la montaña son fresquitas.
El vestido vaquero también me gusta mucho. Es amplio y perfecto tanto para invierno como para verano con medias tupidas… ¡a ver cómo lo combino una vez entrado el frío!
Poncho y vestido: Magode. Sandalias: Suiteblanco. Bolso: Michael Kors. Sombrero: Zara
Gracias por vuestros comentarios estos días y feliz regreso a todos ☺