DONDE ALOJARSE EN MUNICH: HOTEL SOFITEL MUNICH BAYERPOST

Tengo pendiente enseñaros las fotos de nuestro viaje a Munich hace unas semanas, sólo que como allí hacía fresquito (ay, qué bien se estaba...), creo que esos looks los guardaré para el otoño porque si me pongo a editar las fotos, me va a entrar el calor sólo con verme con ropa de más con estas temperaturas que tenemos ahora mismo aquí...

Como sabéis, el concierto de Coldplay era la excusa perfecta para escaparnos con Yago a descubrir una ciudad nueva. Ya sabéis que soy muy fan del grupo y que hace un año los vi en Barcelona, pero oye, tenía ganas de ir de nuevo y además, este año este chute de energía que siempre me dan sus conciertos, me vino fenomenal...

Un viaje de cuatro días a la ciudad alemana para descansar, pasear con calma y sin prisas... ¡esos son los mejores viajes! Mi manera de viajar ha cambiado: antes cogía el mapa y tenía que verlo todo, sino, no me iba esa noche a dormir tranquila... Ahora en una escapada busco más cosas: momentos de desconexión, relax, dejarme llevar y esos instantes que dan la felicidad y os aseguro que de Munich, vinimos con unos cuantos...

Para esta ocasión elegimos el Hotel Sofitel Munich Bayerpost, tal y como os enseñé en mi cuenta de Instagram aquí, un hotel precioso ubicado en el corazón de la ciudad. Munich es una ciudad tranquila, limpia y se puede ir andando a todos los sitios. El hotel estaba ubicado en el centro, así que era perfecto para movernos por la ciudad sin problemas.

Lo que más me gustó del hotel es que era súper acogedor. Cuando está de turismo ya sabemos que después de caminar tantos kilómetros llega agotado, pues bien, nuestra habitación era el mejor refugio. Viendo la habitación, sabíamos que también queríamos disfrutar la paz de la misma y del hotel y de hecho hubo una mañana lluviosa que desayunamos con calma (coincidía que era festivo en Alemania y el desayuno fue hasta las 13h, imaginaros...), bajamos al spa, al gimnasio... Creo que este tipo de experiencias forman parte también del viaje, sobre todo para los que como yo, no paramos durmiendo y viajando cada semana en diferentes lugares...

Disfrutaba mucho de estos sofás amarillos en los que me tomaba mi infusión o mi café con leche o bien me sentaba a trabajar, ya que mi portátil viene conmigo allá donde voy y en muchos momentos me tocó conectarme y adelantar trabajo, aprovechaba madrugando y también trasnochando para poner todo en orden y así el día poderlo tener más libre y disfrutar...

Otro de los momentos "premium" en los hoteles es el desayuno. No sé vosotros, pero yo me levanto feliz y contenta sabiendo todo lo que me voy a encontrar al bajar al desayuno. Desde hace tiempo, es uno de mis momentos preferidos del día... ¡me fascina! Así que aquí no iba a ser menos...

Además de que tenía de todo, me maravillaba la cantidad de tés diferentes que había, zumos... ¡una auténtica delicia!

Y después de haberos puesto un poco los dientes largos, os dejo más fotitos del hotel que hicimos durante nuestra estancia, espero que os gusten y os teletransporten, perfectas para este domingo de relax...

Pronto os contaré más sobre Munich, mientras tanto, a disfrutar del día y gracias, una vez más, por pasaros :) ¡Hasta mañana!