MIS TRUCOS PARA VOLVER A LA RUTINA

Y una vez más aquí estás, septiembre. Has llegado para recordarnos sutilmente que toca volver a poner el despertador más temprano, que los días se van haciendo más cortos y en definitiva, que la rutina la tenemos aquí, a la vuelta de la esquina...

Sin embargo... ¡que nos quiten lo "bailao"! El verano está para que esos "desórdenes" formen parte de nuestra vida, recordándonos que a veces hay que salirse del redil para disfrutar al máximo. Ya te encargas tú de poner orden a tu llegada.

Contigo, septiembre, llegan de nuevo los propósitos y las buenas intenciones, como si del día 1 de enero se tratase, sé que cuando te asomas en el calendario, todos nos replanteamos muchas cosas.

En mi caso, hace ya tiempo que dejé de hacerlo, de la misma manera que ya nada extraordinario en mi lista de propósitos acontece cada comienzo del año. Me parece un poco tontería apuntar algo en enero y volverlo a escribir en septiembre. Si durante ese tiempo no has sido capaz de hacerlo desde tu interior, estando convencido, dudo que porque un nuevo mes se asome, vayas a ser capaz.

El principal cambio está en nuestro interior, en nuestra mente, en ese querer hacer y no en que una hoja del calendario cambie...

Como os decía, hace tiempo que no escribo ni propósitos ni metas, pero claro que como todos, sueño y tengo anhelos. Me marco objetivos más pequeños, de esos que se desglosan y que a medida que se van consiguiendo, parece que vas pasando las pantallas de un videojuego... ¡lo único es que en este caso es real! :)

Para este último cuatrimestre del año no tengo grandes pretensiones. Este año la vida me ha enseñado a no hacer tantos planes y fluir más, y es que a aunque planificar es lo que más me gusta y se me da de maravilla, el día menos pensado los planes se tuercen y hay que volver a trazar el plan.

Es por eso que me marco pequeños retos diarios, pequeñitos, asumibles y que sé que voy a conseguir, que junto a algunas de mis rutinas diarias, consigo llevar a cabo.

Algunos de esos gestos que me ayudan ya los conocéis, pero os los repito:

* Comenzar el día meditando. Me da mucha paz interior, ya os lo he contado en este post y aquí en mi viaje a Bali.

* Establecer retos alcanzables, fáciles de conseguir. No tiene sentido por ejemplo, que un día pongas que quieres correr 10 kilómetros y si hace meses o años que no te pones unas zapatillas. Comienza por caminar y hacer dos kilómetros corriendo y ve aumentando. Este ejemplo lo puedes ir aplicando a todo en general, creo que es importante ir poco a poco, así nuestros logros y victorias las saborearemos más todavía...

* Date premios cuando las cosas vayan bien, y no me refiero a irte de compras: tómate un café con una amiga que hace tiempo que no ves, regálate unos momentos para ti o sal a cenar algo aunque no sea fin de semana... ¡esos momentos dan la vida!

* Celebra la vida y cada momento, a diario, por eso, agradece todos los días, sobre todo antes de irte a dormir. Para mí es como un ritual y no sabéis lo bien que sienta...

* Sé paciente. A veces queremos resultados inmediatos y estos han de ir unidos a una capacidad de esfuerzo y sacrificio brutales. Ello requiere de tu paciencia así que... ¡no decaigas y sé fuerte!

* No te compares: eres único y tu manera de vivir también. Así que a la hora de conseguir objetivos y pequeñas metas, tener muy clara esta premisa para mí es fundamental.

Ya veis que entre mis trucos no figuran nada típico que llenan las listas de propósitos interminables como hacer más deporte, ir al gimnasio, comer más sano, trabajar concienzudamente... No creo en ellas porque en la única persona que creo y confío al 100% es en mí, unos días más que otros pero ese es el motor que me ayuda a seguir adelante y querer conseguir mis pequeñas metas que me hacen tan feliz.

¿Y tú? ¿Cómo afrontas la vuelta a la normalidad? 

¡Quedo a la espera de tus noticias!