ACRÓPOLIS DE ATENAS

La mejor parte de los viajes es la emoción que nos producen, sobre todo, cuando visitamos aquéllos lugares con los que llevamos tiempo queriendo ir. Grecia estaba en nuestros destinos pendientes desde hacía mucho tiempo. ¿Por qué no habíamos ido antes? Lo planeamos hace tiempo pero finalmente por diferentes razones no pudo ser, y este verano, por diferentes circunstancias, pese a no ser el viaje planeado que teníamos en mente, por fin lo hicimos realidad.

Después de nuestra estancia en otras islas griegas como Mykonos y Santorini, por fin visitamos Atenas. Nos habían hablado un poco mal de la ciudad: sucia, fría e insegura. En algunos lugares no está tan limpia como en otras zonas, pero lo cierto es que a nosotros nos gustó y mucho. No hay nada como no ir con ideas preconcebidas de algo y esperar a que las ciudades te sorprendan para tener tu propio juicio sobre ellas... ¡recordad que todos somos diferentes y que al final, todo depende del cristal con que se mire!

Una de las visitas obligatorias en Grecia es visitar la Acrópolis de Atenas. Una auténtica joya para los amantes del arte y de la historia. Tener ante mí el Partenón o el templo de Atenea Niké, uno de mis preferidos, me emocionó por completo. No pude reprimir la emoción, la verdad es que fue increíble estar allí... ¡sin palabras! Por no hablar de las Cariátides... ¡preciosas! ¡Es visita obligada!

Por eso en mi post de hoy, quería enseñaros algunas de las imágenes de nuestra visita. He tenido que hacer una selección porque hice muchísimas fotos, pero espero que os gusten, y así de paso, aprovecho a daros algunos consejos sobre nuestra visita.

Es cierto que a nuestro favor jugó que visitamos la Acrópolis el día 3 de septiembre, por lo tanto, la vorágine de turistas de julio y agosto se había reducido un poco. Nos pasó lo mismo en Mykonos y Santorini, al estar la última semana de agosto vimos que el turismo había bajado y se estaba de maravilla. Aquí tuvimos esa misma sensación, sin embargo nuestro consejo es:

1. Reserva una audioguía con anticipación y llévala en tu móvil, podrás ir escuchándola cuando y como quieras.

2. Compra también la entrada en la web, ¡así evitarás hacer la larga cola!

3. Madruga. Nosotros a las 9h ya estábamos visitando todo y además de que no había aglomeración de gente (cuando nos íbamos llegaba más mogollón), hacía menos calor.

4. Protégete bien del sol, ya que pica bastante. Utiliza protección solar y no te olvides del agua. Hay muy muy pocas sombras, una de ellas es un banco muy codiciado frente al Partenón donde tuvimos la suerte de estar sentados un rato, además, corría una brisa maravillosa. No me quiero imaginar visitarlo en pleno mes de julio...

5. Utiliza calzado cómodo y no te confíes. El suelo es irregular y hay zonas muy resbaladizas y vimos alguna que otra caída aparatosa y que terminó en ambulancia...

Nosotros no tuvimos la sensación de aglomeración y masificación y disfrutamos mucho la visita, y eso que estuvimos un buen rato. Es una auténtica maravilla que debe de ser contemplada con tranquilidad...

¡Por último... disfrútalo mucho!

Aquí te dejo más imágenes para que vayas abriendo boca...