¿Qué es lo que Japón y Escandinavia tienen en común? Puede ser difícil encontrar la respuesta en una primera instancia, pero en lo que toca al diseño de interiores y decoración, estas dos realidades pueden ser mucho más parecidas de lo que piensas. A nivel estético, ambos estilos decorativos dan mucha relevancia al minimalismo, al confort, a los elementos naturales y a la funcionalidad. Por este motivo, ha ido surgiendo una estética híbrida que combina la vibración rústica/moderna escandinava con la elegancia más tradicional asociada al estilo japonés: Japandi (que combina las palabras Japanese y Scandi). Este término y esta estética son relativamente recientes, pero están ganando terreno y entrando en los hogares españoles, tal como se puede ver en muchas publicaciones de Instagram en que se utiliza este hashtag.
Colores
Para elegir la mejor paleta de colores, el primer paso es comprender las características de cada estilo. Por un lado, el diseño nórdico se caracteriza por la mezcla de luz, colores neutros, madera y tonos pastel. Por su parte, el estilo japonés es conocido por basarse en tonalidades más vivas y oscuras, usando una base en madera a la que se añaden toques en negro y rojo.
La mayoría de las divisiones que sigue el estilo Japandi comienza con una base oscura, normalmente con una tonalidad neutra y saturada. El contraste se crea mediante la incorporación de mezclas de maderas claras y oscuras, incluso prácticamente negras. Los propios detalles decorativos son monocromáticos. No obstante, pueden añadirse algunos colores vivos a través de la incorporación de elementos naturales, como plantas.
También es común optar por colores y pinturas neutras y claras para complementar el estilo Japandi, aplicados en accesorios y mobiliario. Se eligen tonos que transmiten calma, tranquilidad y paz, mientras que cuando se incorporan colores más vivos, se hace de forma sutil y de manera que refuercen este tipo de sensaciones.
Sostenibilidad
El estilo
Japandi valoriza el uso de piezas únicas de
artesanado, de calidad y
hechas a mano, al contrario de elementos con estructuras frágiles, producidos en masa y de forma
low cost que se deterioran rápidamente. Si vas a optar por este estilo decorativo cuando reformes o
cambies de casa, es esencial que elijas piezas que sobrevivan al paso del tiempo y que se integren en tu estilo decorativo por muchos años. Es un claro posicionamiento que va contra la cultura de lo descartable y del consumismo que el estilo de vida occidental ha ido adoptando en las últimas décadas.
La prevalencia de materiales naturales y de diseños simples hace que el estilo Japandi sea un fuerte promotor de la sostenibilidad. Este diseño híbrido acaba por ser una respuesta al estilo de vida más verde y a la defensa de prácticas laborales justas que muchos consumidores intentan seguir a día de hoy, siendo uno de los grandes motivos de su creciente popularidad.
Minimalismo
Reducir el desorden y optar apenas por lo que es necesario son también directrices clave para sumergirse en la estética Japandi, ya que es un estilo que enaltece las líneas simples y los espacios amplios. No obstante, cuando se tiene una casa con pequeños y/o animales, puede ser especialmente complicado alcanzar la expresión máxima de esta tendencia minimalista. Una de las maneras de conseguir que la casa quede más ordenada y visualmente limpia es usando armarios embutidos, cajas y cestos, o biombos para guardar los elementos en exceso, pero posiblemente necesarios, y mantener las estancias sin accesorios de más.
Para sacarle realmente provecho al estilo Japandi, centrarse en materiales como la madera o el bambú y añadir bastantes plantas y elementos verdes resultará en una sensación de calma y de belleza natural.
Japandi, el mix de Hygge y Wabi-sabi
Quién está familiarizado con el diseño escandinavo, probablemente ya se haya deparado con el concepto de
“hygge”, que valoriza la
comodidad y la noción de hogar en la decoración de interiores o en la propia
realización de reformas. Básicamente, una casa debe ser el lugar donde se tenga mayor sensación de confort y pertenencia cada vez que se entra en ella.
Ahora bien, si combinamos esa idea con el concepto japonés de “wabi-sabi”, que nos dice que hay belleza en la imperfección, es posible crear la armonía casi perfecta que es el Japandi. Los estilos japoneses y escandinavos forman una pareja imbatible porque se basan en la simplicidad y la comodidad, creando un estilo que tiene tanto de relajado como de sofisticado.
Y donde estos dos conceptos divergen, las diferencias hacen que se complementen. Donde los interiores japoneses son elegantes, los nórdicos son rústicos. Los colores más ricos (aunque neutros) del diseño japonés hacer con que las tonalidades más crudas y límpidas escandinavas eviten que las casas tengan una sensación más fría y hospitalaria.
A pesar de que los estilos decorativos japoneses y escandinavos no sean una novedad, su combinación será, ciertamente, una tendencia creciente en los próximos años, ya que esta fusión resulta en una combinación perfecta en términos de funciones y formas, centrada en líneas simples, espacios luminosos y sensaciones tranquilizantes y de pertenencia.
Y a vosotras, ¿qué os parece el estilo Japandi? Que tengáis un buen día.
