Probablemente estos días, habrían sido diferentes para todos. Muchos os reencontrarías con vuestra familia y amigos con motivo de las vacaciones de Semana Santa, otros os habrías ido de escapada con vuestra pareja o incluso en solitario. Muchos esperabais por fin poder disfrutar de unos días tranquilos en el hogar no haciendo nada, porque necesitabais descansar. Sin embargo, la vida, tenía otros planes para nosotros, otros muy diferentes...
Miro fijamente estas fotos de hace tan solo unos meses y me parece increíble ver tanto horizonte, esa luz del sol reflejándose en la arena, puedo hasta sentir la libertad de caminar descalza por las dunas sin apenas bullicio y gentío, simplemente sintiendo, viviendo el momento, dejándonos llevar sin más... ¡qué sensación! ¡qué maravillosa sensación, más bien diría yo!
Era el puente de la Constitución del 2019 y viendo estas instantáneas, me parece que ha pasado una eternidad, ¿cómo puede ser? Como si otro tiempo pasado, sí fuera mejor... ¡y lo era! Pero ahora toca poner todas nuestras energías y esperanzas en intentar salir de este momento que sin duda, va a marcar nuestra historia personal y también la de la humanidad.
Teníamos las Dunas de Maspalomas enteritas para nosotros. A lo lejos se escuchaba alguna voz y se vislumbraba algún grupito de gente. Ahora me daría muchísima alegría verlos, la misma que siento cuando a las 20h. salimos al balcón y veo a mis vecinos aplaudir, algunos bailando y otros simplemente observando todo mientras nos miramos y pensamos "pasará, estamos unidos en esto".
Creo que todos tenemos ganas de sentirnos libres, de volver a salir de casa sin miedo, de que bajar a tirar la basura no sea el momento más emocionante del día como si te soltaran de la jaula...
Tenemos ganas de salir a tomar ese café con esa amiga que hace tiempo que no ves, esas cañas y cenas con amigos mientras compartes risas, chistes y confidencias. Esos juegos con nuestros sobrinos el domingo alrededor de la mesa, mientras le repites a tu madre una vez más "qué rico estaba todo"...
Tenemos ganas de salir a pasear por el campo, por el monte, por la arena de la playa o simplemente, caminar por la ciudad sin rumbo, aunque sea llena de coches e incluso con algo de contaminación, porque eso significará de que hemos vuelto a vivir como vivíamos, aunque ahora seamos más consciente de todo y cuidemos más el planeta.
Tenemos ganas de abrazar, de tocar, de sentir, aunque pienso que al principio seremos cautelosos y mantendremos las distancias, me cuesta pensar que seremos herméticos como robots... ¿aguantaremos? Los españoles somos cariñosos de por sí, los gestos forman parte de nuestra manera de expresarnos, de sentir..., así que será duro mantener las formas.
Pero... expresaremos con las miradas, con las sonrisas e incluso con las lágrimas de emoción cuando nos veamos. Si lo pensamos, va a ser bonito, muy bonito, emocionante y también, porqué no decirlo: va a ser duro...
Personalmente, prefiero mantenerme optimista mientras todo esto dure. Hay días de mejores y otros peores, también hay ratitos, pero mi talante es positivo casi el 80% de las veces. No digo que sea fácil, también hay que proponérselo porque eso supone entrenar la mente y no dejar que esta te engañe cuando te quiere llevar al lado oscuro.
No te sientas mal por sentirte alegre, feliz, agradecido e incluso optimista y motivado. El sentirnos mal debilita nuestro sistema inmune y además, no nos ayuda en estos momentos clave y determinantes. Así que, busca una motivación interna que te haga levantarte con ganas y con fuerzas para comerte el día, pasito a pasito y después, la semana...
Haz una dieta informativa que se limite a un momento o dos al día y lejos de que tu mirada se vaya a los titulares más escabrosos, da click a esos que muestran que todo va mejorando cada día, que muestran que hay esperanza y que vamos a superarlo, lentamente, pero que ya vamos viendo cómo el hecho de estar confinados y esforzándonos todos unidos, está dando sus frutos y siéntete orgulloso por formar parte de esto, porque tu esfuerzo implica que las cosas van cada día a mejor...
Si lo piensas, es bonito estar todos unidos, aunando fuerzas para matar al bicho y que podamos recuperar nuestras rutinas... ¡benditas rutinas! Todos anhelamos ahora mismo cosas sencillas: dar un paseo, salir al a abrazar a nuestra familia y en definitiva, disfrutar de que el sol nos de en la cara sin preocuparnos por mucho más.
Si estás leyendo esto te mando toda mi energía positiva, no quiero dejar de compartirla contigo. Todavía nos quedan semanas de miedo e incertidumbre, en las que tendremos que cultivar la paciencia, pero estoy segura de que somos más fuertes de lo que pensamos y vamos a salir de esta antes de lo que imaginamos aunque ello implique modificar nuestros patrones de conducta...
TODO SALDRÁ BIEN
¡Que comencéis muy bien esta semana!